viernes, 25 de abril de 2008

El sueño

Ella comienza a andar. Sin rumbo fijo, sólo andar el camino. Es como el de Dorothy, en El Mago de Oz. Son baldosas amarillas. Por delante de ella sólo baldosas.
De repente la nada. El vacío. No puede respirar. Todo blanco frente a ella. La niebla otra vez. No puede respirar. Se cae. Pero no se cae en realidad. Sólo lo cree porque no puede ver nada. Es todo blanco. Está nada frente a ella.

Se da la vuelta y empieza a correr desenfrenadamente. Trata de desandar el camino pero la nada va tras ella, cada paso atrás es un paso hacia ninguna parte, porque la nada avanza más rápido. No sabe dónde vuelve porque nunca supo de dónde venía, pero ahora sólo percibe la nada detrás de ella y no la deja respirar. La nada la asfixia. El blanco la abruma.

Su angustia cada vez es mayor. Este sueño no tiene fin.