viernes, 25 de abril de 2008

El sueño

Ella comienza a andar. Sin rumbo fijo, sólo andar el camino. Es como el de Dorothy, en El Mago de Oz. Son baldosas amarillas. Por delante de ella sólo baldosas.
De repente la nada. El vacío. No puede respirar. Todo blanco frente a ella. La niebla otra vez. No puede respirar. Se cae. Pero no se cae en realidad. Sólo lo cree porque no puede ver nada. Es todo blanco. Está nada frente a ella.

Se da la vuelta y empieza a correr desenfrenadamente. Trata de desandar el camino pero la nada va tras ella, cada paso atrás es un paso hacia ninguna parte, porque la nada avanza más rápido. No sabe dónde vuelve porque nunca supo de dónde venía, pero ahora sólo percibe la nada detrás de ella y no la deja respirar. La nada la asfixia. El blanco la abruma.

Su angustia cada vez es mayor. Este sueño no tiene fin.

6 comentarios:

Yamil dijo...

Estás bien? :(

sb dijo...

quizás esa sea la verdadera historia.. Dorothy atrapada por siempre en un mundo que no llega a entender. La otra historia, la oficial de la que hicieron película, sólo es un final feliz que no nos haga pensar.

Caminante (El chico que camina) dijo...

Lo mejor es aceptarlo: ¡¡¡Sigue el camino de baldosas amarillas!!!

Boomings dijo...

A veces no es necesario entender todo lo que nos ocurre.
Lo que no entendemos nos asusta. Las novedades nos angustian, porque son desconocidas...
Puede que ese blanco que ahora te asfixia te lleve, mediante las baldosas amarillas, al SUEÑO.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Pues si no tiene fin este sueño, esperemos al menos que tenga suerte en el viaje!!!
linda historia.
Un abrazo.

Maganto dijo...

me siento identificado....

me gusta....

Por mi parte creo que no debes tener miedo, si acaso curiosidad