domingo, 24 de febrero de 2008

A tiempo aún

Tendría que haberte llamado para decirte todo lo que significaste (y aun hoy significas) para mí.

También a tí tendría que haberte dado las gracias por escucharme durante toda una noche y por acompañarme en mi llanto.

Y debería haberte dicho a tí lo fantástica que fue tu compañía aquel día de verano que prometía ser aburrido y tú hiciste el milagro de convertirlo en divertido.

Y ahora que lo pienso, tampoco te llamé para pedirte perdón, por lo que te dije, que fue injusto, malvado y cruel. Y aunque yo no te lo pedí, tú me perdonaste.

Tendría que haberos dicho muchas cosas que nunca os dije. Pero aún estoy a tiempo, pienso.
Aunque si hoy fuese el último día, sería ya demasiado tarde.
¿Y cómo sé yo que no es mi último día?

viernes, 15 de febrero de 2008

Contigo sólo

No me pidas que esté siempre contigo.

Ni me pidas que este momento no cambie.

Ni esperes que te quiera toda la vida.

Porque no sé lo que va a ocurrir mañana.

Y porque nada dura siempre.

martes, 5 de febrero de 2008

La monotonía

Ayer hablaba con alguien que me hizo pensar.

La monotonía...

La monotonía tiene connotaciones negativas. Algo monótono parece que necesariamente tiene que ser aburrido, anodino y tedioso.
Pero no es así.
Nos pasamos el día buscando estímulos que nos saquen de la rutina.....para sentirnos vivos, para no tener la sensación de que se nos escapa la vida sin hacer nada por evitarlo.
Pensamos que seremos más felices cuando por fin tengamos esa casa que tanto hemos deseado, ese coche nuevo, ese trabajo tan gratificante y realizador, esa pareja que nos hará estar en la luna todo el día y sin la cual la vida carece de sentido....

Y luego cuando conseguimos todo eso ¿qué?
No somos más felices.
En realidad tampoco era para tanto.

Porque todo eso no es más que escenario. Un escenario que nos saque de nuestra habitualidad. Pero nada más que eso. Escenario. Atrezzo que también se dice. Los actores seguimos siendo nosotros.

Así que ahora voy a ver si encuentro dentro de mí el estímulo que busco fuera....en esas estoy.

viernes, 1 de febrero de 2008

Cosas de la vida

El abuelo de mi abuela era tintorero. Tintorero e indio, porque se llamaba Jerónimo y siempre iba a caballo con una pluma en la cabeza.
El padre de mi abuela era zapatero y mi abuela aprendió a escribir en las suelas de los zapatos que ponía su padre.

El padre de mi padre era de Cádiz, el padre de mi madre de Valladolid. Mi padre era de Jaén y mi madre es de Avila.
El padre de mi padre se mató en Conil. Tenía 36 años.

La tortuga nació en Madrid.

Cosas.

LA VUELTA


¡¡¡HE VUELTO!!!


Y esta vez para quedarme


Prometo saludo a todos y cada uno de vosotros....y a otros nuevos que seguro que han llegado y aún no conozco...


Pero he vuelto y me quedo en este lago azul