miércoles, 28 de febrero de 2007

La Etiqueta

Es todo un honor que Mimuxi me haya encomendado precisamente a mí la tarea de etiquetarme, o sea, de decir seis cosas “raras” sobre mí así que ahí van:

1) No me gustan los huevos fritos. Es muy raro pero es así. En cambio, me encantan las espinacas. Me consta que esto es aún más raro.

2) Nunca nunca nunca (salvo situaciones puntuales) desayuno en casa. Me chifla desayunar en el bar. En cualquier bar. De hecho, me levanto un cuarto de hora antes para llegar al bar de enfrente del trabajo y desayunar en condiciones. Entra una a trabajar de otra manera.

3) Nunca he usado zapatillas de estar en casa. Uso zapatillas de deporte u otra cosa pero nunca las típicas pantuflas. Se me quedan los pies fríos.

4) Sé llorar por un solo ojo. No sé cómo descubrí esto pero sí, sé llorar por un solo ojo (con más frecuencia, lloro por los dos)

5) Siempre que tomo sopa, tengo inmediatamente que sonarme la nariz. Esto no me ocurre con otros platos, por ejemplo, un filete. Sólo con líquidos calientes y no todos; con el café o infusiones, no me pasa. Sólo me pasa con la sopa. Y si es de fideos, más.

6) No tengo nada de ropa de color amarillo. No me gusta nada el amarillo para la ropa. Creo recordar que una vez tuve una camiseta amarilla pero enseguida la regalé. No puedo con el amarillo. Para ropa, insisto.

Y ahora viene lo chungo y es endilgarle la etiqueta a otras seis personas que deberán contarnos sus rarezas particulares así que, como no me veo con autoridad moral para ello, lo dejo a elección de cualquiera que le apetezca hacerlo, que yo estaré encantada de que os impliquéis y de leer vuestros testimonios.

domingo, 25 de febrero de 2007

Como en casa

Me dispongo a desayunar, como tantas otras mañanas de domingo, en el bar de al lado. Todos tenemos un bar al lado. Me encanta desayunar en el bar y su olor a café, mmm...ese ritual dominical me pone de buen humor automáticamente en cuanto me levanto.

Veo con alborozo que están los habituales de siempre. Por eso son los de siempre, porque siempre están. Emilio (más sobre él en breve), el del ajedrez, la chica rubia que lee...que lee un libro, claro, no el Marca....Completa la estampa un vídeo de “Like a virgin” de Madonna pero en versión country, una especie de “Amo a Laura” que da al bar un no sé qué de América profunda, al fin y al cabo no tan diferente de la España profunda que subyace en el barrio.

Miro a mi alrededor y observo que Emilio se atiza un cubata, desafiando una vez más la corrosión faringea que sufrió hace años cuando se enchufó un pelotazo en un vaso contenedor de sosa cáustica (no sé qué hacía el veneno en el vaso pero él se lo bebió de un trago.....palabrita). La sosa cáustica le abrasó la laringe pero, a la vista está, la abrasión no le ha impedido PARA NADA seguir bebiendo de lo lindo. Porque realmente lo suyo es empinar el codo.

Me termino el café con la satisfacción que me provoca el comprobar que todo sigue igual. Que aunque pasen cosas, nunca pasa nada. Será una bobada pero el volver a ver a Emilio como siempre, me causa gran regocijo, me siento protegida, me alivia la continuidad de la vida, me siento en mi casa.

jueves, 22 de febrero de 2007

PARA TI

Eres tú, quien poco a poco
Se coló en un resquicio de mi vida

Eres tú, quien sin saberlo
Me salvó cuando estaba más perdida

Fuiste tú, quien me enseñaste
A perdonar cuando la palabra se equivocaba

Fuiste tú, sin decir nada
Quien estuvo ahí en silencio cuando tocaba

Fuiste tú otra vez, amiga mía
Quien como amiga nunca me juzgaste

Fuiste de nuevo tú, no hubo otra
Y con todos mis defectos me aceptaste

Y aunque no podré compensarte
Lo que hiciste, ni en toda una vida

Esto va para tí, para decirte
Que aun perdiendo me ganaste la partida



Coplilla breve pero sentida, dedicada a cualquiera que haya tenido un amigo alguna vez, y se haya tirado horas y horas escuchando algún que otro testimonio desgarrador, sin decir nada, sólo escuchando con sueño, hambre y frío.

Y también para cualquiera que le haya dicho la verdad a un amigo, aun a riesgo de recibir un tortazo y de quedar para siempre como el malo de la película. Y también va para el amigo que recibe una llamada a altas horas de la madrugada y sale de la cama con legañas y se va en busca del otro amigo que le necesita, sólo para oírle llorar.

Si alguno tenéis un amigo que haya hecho algo así por vosotros, cuidadlo y no lo dejéis escapar porque es un regalo que no siempre nos hemos merecido.

lunes, 19 de febrero de 2007

El paso del tiempo


Sí, me inquieta el paso del tiempo. ¿Por qué no decirlo? Me inquieta, me agobia, me da miedo. Me da miedo pensar que este segundo nunca se repetirá, que no puedo comprar el tiempo. Lo más preciado que tengo, el tiempo, pasa y no vuelve más.
Ni siquiera tengo conciencia de que haya existido, el tiempo pasado, se me escurre entre los dedos, no sé lo que es.
Me da miedo coger una fotografía mía dentro de veinte años y no reconocerme.
Me da miedo el ocaso, la decadencia. Me entristece el atardecer, cada atardecer diario, el día que se muere.
Inconscientemente espero algo más de la vida, me niego a creer que se acaba y ya está. Espero algo más, inútilmente, porque nadie me prometió que fuera a haber algo más y sin embargo, me aferro a esa ilusión y me niego a conformarme con que todo termina aquí.
Lo único que no espero es una respuesta.

sábado, 17 de febrero de 2007

Sólo la verdad es revolucionaria

Sólo la verdad es revolucionaria.

El título de esta nota ya es la nota completa ¿qué más hay que añadir?
Sólo la verdad es revolucionaria.
Esta frase la dijo un actor francés, Yves Montand, de hace algún tiempo. Ya me gustaría que se me hubiese ocurrido a mí. Pero no, la dijo otro que se me adelantó. En tiempo y en pensamiento.

viernes, 16 de febrero de 2007

Una de tantas mangueras sin control


Y yo sé lo que digo.
Todo el mundo por ahí lanzando frases lapidarias a diestro y siniestro y resulta que más cerca de lo que yo pensaba, tengo a uno de los mayores poetas urbanos que conozco. No puedo decir su nombre para no desvelar su identidad, así que lo definiremos como “una de tantas mangueras sin control”, o sea, un tío.

Su última frase memorable, hace apenas unos minutos: “Tú levanta el país, que otros lo acostaremos”.
Cierto como que mañana se hace de día otra vez: él lo acostará, como lleva haciendo durante los últimos cuarenta años…..mientras el hígado se lo permita, claro.

Su anterior frase para recordar, justo antes de Nochevieja 2006: “Llegaré hasta donde me deje la guardia civil”….de nuevo otra verdad como un templo….y así fue, como él ya lo había vaticinado, llegó hasta donde se lo permitieron….mientras volvía a casa, aquel 29 de diciembre, en uno de los controles de la carretera, ya le habían detenido a él, a la manguera sin control por excelencia, ignorando que estaban deteniendo a uno de los grandes pensadores de este siglo. Cuánta ignorancia….

miércoles, 14 de febrero de 2007

Lo que se puede hacer con las letras de AMOR

Hoy me encuentro verdaderamente inspirada
A mí, que siempre he sido transgresora con todo lo convencional, me da por inspirarme justo el 14 de febrero
No doy crédito:

Antes de envejecer demasiado
y de dejar pasar más tiempo, quisiera
gritar, cantar, reír y llorar si pudiera
y negarme a que se convierta en pasado
lo que siento presente hoy, de esta manera.

Muriendo lentamente
por no haberme atrevido
a confesar lo que siento, y lo que he sentido
por nunca haberte dicho francamente
lo mucho que te quiero y te he querido

O quizá ya lo sabes
de sobra sabes que nunca miento
por si acaso lo grito en silencio, contra el viento
mejor quemar todas las naves
mejor ni una sombra de arrepentimiento

Recordar que pasaste por mi mundo
por mi vida, que pasó como un suspiro
que sepas que otra vez, cada vez que te miro
veo la imagen del amor tan profundo
en el espejo de mi alma, cada vez que respiro



A esto me refería cuando digo que no doy crédito.....

lunes, 12 de febrero de 2007

Unos y otros

Algunos causan la felicidad dondequiera que llegan; otros, cada vez que se van

domingo, 11 de febrero de 2007

Los dos desconocidos

Tú siempre decías que nada me parecía bien. Y era verdad. Era de las pocas verdades que decías.
Al final todo lo que decías me rechinaba. Y al principio tampoco me gustaba, pero trataba de que me gustase. No sé por qué hacía eso pero lo hacía. Supongo que intentaba que funcionase, aunque desde el principio yo sabía que no iba a funcionar.
Al final tenía ganas de llorar casi todo el rato, incluso aunque ya no dijeras nada. Y entonces fue cuando llegó el tan ansiado fin . THE END.

Todos esos años tirados por la alcantarilla. La gente que dice que no, que algo habrás aprendido. Pues no. Yo creo que de esos años no he aprendido nada.

De tí tampoco aprendí nada. Es más, de tu paso por mi vida sólo queda un vago recuerdo borroso, difuminado en el tiempo, ni siquiera estoy segura ya de que te hubiese conocido alguna vez. Podría decirme cualquiera que nunca has existido y lo creería.

¿Se puede volver a ser dos desconocidos, aunque hayan compartido mucho tiempo de su vida? SE PUEDE. Incluso aunque hayan pasado quince años, se puede.
Dos personas se conocen, se interesan la una por la otra, se enamoran (o se conforman, si no encuentran nada mejor por ahí), se juntan y un buen día se despiertan y se dan cuenta de que no tienen nada que decirse. Llevan durmiendo juntos quince años y no saben quién es el que tienen enfrente. Es un desconocido. Son dos desconocidos. Pueden haber pasado diez años, diez meses, diez días o diez minutos. Son dos desconocidos.

Pero ¿Se puede sentir que no ha pasado el tiempo, que no han pasado esos diez años? ¿Se puede dejar de ver a alguien y sentir que sigues estando igual de cercano a él que hace veinte o quince o diez años?

POCO IMPORTA EL TIEMPO TRANSCURRIDO, SE PUEDE

jueves, 1 de febrero de 2007

CADENA

Hoy he visto por ahí una cadena que me ha gustado así que ahí va:

1. Coja el libro que tenga más cerquita.
2. Vaya a la página 123.
3. Váyase ahora a la quinta oración.
4. Copie las siguientes tres oraciones.
5. Publíquelas en su blog junto con el nombre del libro y el autor.
6. Ponga la cadena de tarea a otros tres cristianos.

Resultado:
"Estoy convencido de que hasta la víbora adulta, mientras engullía al ratoncito, debió de sentir una punzada de remordimiento en su mente subdesarrollada, una sospecha de que acababa de perderse algo grande"

por Yann Martel "La vida de Pi"

Ahora viene lo más difícil y es encajarle esta tarea a otras tres personas, pero resulta que no tengo ningún colega que publique cosillas en esto de los blog, excepto El Gato Callejero, así que le encomiendo a él en exclusiva la tarea aunque no sé yo no sé yo.....