viernes, 23 de marzo de 2007

Las historias inacabadas


Se conocían hace mucho pero nunca habían tenido mucho trato. El era amigo de un compañero de clase de ella y coincidían todos los fines de semana pero nunca se hablaban más de lo estrictamente necesario, un saludo y ya. Pensaban que no tenían nada que decirse, o que su conversación no iba a ser suficientemente interesante para el otro. Por eso nunca se hablaban.

Pasaban años y años y ninguno de los dos decía nada. Algo quedaba en su interior pero ninguno se atrevía a dar el primer paso y a decirle al otro “me gustas” o más fácil aún “qué tal, me ha contado David (el amigo común) que la profesora X os ha puesto un examen sorpresa”....qué más da, cualquier cosa hubiese bastado para comenzar una mínima conversación....

Pero ninguno de los dos nunca dijo nada. Pasó el tiempo, cada uno tomó caminos distintos y dejaron de verse. La historia de amor quedó olvidada, nunca existió, nunca permitieron que se materializase. Ahora los dos se preguntan ¿Por qué no lo hicimos? ¿Por qué no te dije nada? ¿Por qué no tenemos una segunda oportunidad para hacer bien la misma cosa?


La vida debería ser un ensayo, para permitirnos ejecutar nuestra obra en condiciones.

5 comentarios:

david santos dijo...

Halo!
Pero la vida no es asi. Tenemos siempre a nuestra parte de animal irracional, que no lo deja hacermos una vida en todo deciente. Tenemos altos y bajos. La humanidade es la cosa más imperfecta de la naturaleza.
Buen fin de semana

Anónimo dijo...

Asi es la vida ... ¿cuantas veces llegan esas oportunidades y las dejamos pasar de largo? Algunas por no querer mirar mas lejos de nuestras narices y otras por pensar demasiado y cuando nos damos cuentan se han alejado. Si pudieramos dar marcha atrás...cuantas cosas evitariamos
Un fuerte y caluroso abrazo

Seoman dijo...

La vida es un cumulo de situaciones que nos hacen aprender de ella. No un ensayo, porque sino que tendria de bonito la vida.
Es una opinion...
Saludos desde O Recucnho

El Tipo de la Brocha dijo...

¿Y lo poco que se arriesga en esas situaciones y lo mucho que se podría ganar a cambio?

Qué patéticos somos.

Ambro (de Ambrosía) dijo...

Cierto, cierto, cierto. Pero como no puede ser... hay que echarse p´alante. El que no arriesga no gana, eso seguro.
La próxima vez ya estás avisad@...